Un barco hundido, emergerá,
busca desapilar la sal.
No puedo verlo, pero puedo imaginar
todo su peso, ya disuelto en el agua.
Y ahora están
desoxidándose.
Un barco anhela el altamar,
burbujas suben, sin parar.
Mientras las olas amenazan con tirar,
sobre la mesa, una botella de champán.
Y ahora están
desorbitándose.
Un nuevo trato con la ingravidez.
Desanclo mis promesas
desde el centro de esta aireada embarcación.
(Canción)
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