para que no se me salga la última tuerca.
Lo entiendo
y lo acepto
por puro razonamiento.
Quisiera que no sea así,
quisiera no sentir, a veces
la sonrisa remachada,
cuando la fuerzo.
Tengo motivos y muchos para ser feliz,
y lo estoy agradeciendo.
Sé que me quejo de lleno,
pero sólo por el hecho
que me da miedo
depender de grandes acontecimientos
que se me vienen ofreciendo, en el medio.
Estoy aprovechando las oportunidades,
como me enseñaste en el último momento.
Ojalá sea esta una vida honorable,
en armonía con la existencia,
libre de remaches
y de inconsistencias.
Supongo que lo iré descubriendo,
mientras marche para adelante.
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