Sé que vendrías a visitarme
alguna vez, a la semana.
Prepararíamos unos ricos mates,
miraríamos por la ventana.
Después volverías a casa,
sabiendo que me brindaste
un puñado de buenas palabras,
y la calidez de tu semblante de madre.
Mucho, se te extraña.
A mi mamá.
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