I
II
¡Tensame, tensame!
¡Tensame de una vez,
que podemos perder!
¿qué podemos perder?
¡el intento!
III
Creo alguna vez haber oído hablar de un “club de estrellados”
que se esconden en la noche cuando todo se hace calma,
una inquietante calma... una profunda calma,
que amansa al ave y lo vuelve jaula,
y le funde las alas para hacer las llaves,
y lleguen a hablar la lengua de las aguas.
Que fluyan, desafiantes
en constante exploración del suelo y del cielo...
II
¡Tensame, tensame!
¡Tensame de una vez,
que podemos perder!
¿qué podemos perder?
¡el intento!
IV
V
quiero alcanzar/ distancias/ se alejan/ y vuelven a mi/
aleteo/ en el viento/ circulando el espacio/ de encuentro/
contestando el llamado con el simple argumento de sentir/
lo que nos eleva/
son los actos que damos con el simple argumento de seguir/
conectando el suelo al cielo/
son los astros que llamamos/
son los astros que llamamos/
para que se integren a esta idea utópica/ de un"ir"/
(Canción)
15.3.24
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