12.4.24

APARICIÓN 3/4/2024

Foto: Mili.

Esta es otra de las secuencias en las que me veo metido a causa de decisiones que tomo cuando me sale el impulsivo. Empecé teatro hace poquito, un mes. Todavía manejo un nivel de secretismo bastante alto con respecto a mencionar este hobbie... Pocas personas lo saben. Me han dicho que no fue sorpresa, que encaja conmigo y eso me sorprendió mucho. Sinceramente no me esperaba o nunca me había planteado la idea de tomar clases de actuación. Estoy enfocado en otras artes, se sabe. Por una cuestión domiciliaria, tengo contacto con la zona de los teatros grandes del centro, pero apenas fui a un par de obras, en sentido literal (un show instrumental de la música de los Caballeros del zodiaco, y un show de stand up sin saber que standapero se iba a presentar, en un sótano de Paseo La Plaza). Quizás, la situación que me hizo pensarlo fue durante una juntada casual con una amiga, su madre y una amiga suya, en la que se mencionó que buscaban a alguien que realice una suplencia para una obra en calle Corrientes, interpretando a un cura. En ese momento dije que si había lugar para alguien sin experiencia, me ofrecía a hacerlo. Al final no se dió porque contrataron a alguien que si tenía conocimientos de actuación y era lo más lógico. Creo que me quedó pendiente la experiencia, porque la anécdota hubiese sido buenísima, diría que actué de cura en calle Corrientes de puro chanta. Al rato me olvidé de eso pero posiblemente me haya quedado alguna gota de tinta en el tintero proyectual. Scrolleando, meses después me encontré con una publicidad de clases a veinte cuadras de casa y me inscribí de curioso. Caí en el taller de Sol Kohanoff, una gran maestra, apasionada por la educación actoral y además una actriz increíble, que no fue sorpresa su desempeño en "toda persona vista de cerca es un monstruo", obra totalmente recomendable que se da en "El camarín de las musas". Ahora formo parte de un grupo bellísimo de personas a quienes estoy conociendo semana a semana, con quiénes clase a clase nos vamos desenvolviendo y despertando skills escénicos.

El punto. Quinta clase: "Llevar una especie de rutina en la que desempeñemos algún talento nuestro".
Bromeaba con llevar un pote de helado y comerlo en vivo. O también dije que tengo un enorme talento haciendo la formita perfecta de los ñoquis, aunque esa sí es una habilidad en la que sobre salgo, definitivamente. Pero decidí llevarles una canción.
Sabía que iba a ser un desafío enorme por dos cosas. Todavía me sigo sintiendo débil aunque por suerte se me alivió ese dolor de cabeza horrible que padecí toda una quincena. Sabía que el sonido iba a ser complicado al cantar en una habitación de ladrillos en la que no rebotaba un eco ni por asomo. El sonido en ese espacio es completamente corto, seco, filoso.
Tuve que tratar de levantar la voz de una manera que se me hizo un poco forzada. La interpretación estuvo un poco forzada también, no estuve del todo cómodo como para imprimirle la impronta que quería, (debería haberme tomado un tiempo para vocalizar bien), pero igual creo que un poco zafó.
Al terminar cada interpretación, nos dispusimos a responder muchas preguntas del grupo acerca de la presentación, como parte de otra consigna puntual. 
Sinceramente, no sé bien qué pretendo hacer con todo esto. Sigo atravesando un momento muy revuelto, a nivel mental y material. A lo mejor, pienso, que este tipo de actividades me mantienen en un eje. Creo que por eso lo hago, porque me sacan de los lugares comunes. Esta experiencia de la actuación me demanda poner en juego factores que no estuve trabajando, y eso es algo que me genera fuegos artificiales, como explosiones agradables en la mente.
Veremos cómo continúa esta historia...

¡Gracias Sol y grupo por el espacio y los aplausos!

Canciones interpretadas:
LUCES.

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