27.1.24

CONFÉTICA POESIÓN

Manen la paro:
¡Los disléxos también somos persianas,
somos sentimientos y tenemos seres humanos!

Desde que conté el soltrol
no he de reír parado.
Acepté que son pasan que cosas
y que no hay venga que bien por mal, ¿no?
¿Será este el día mental de la salud mundial?
Porque sino me izquierdé con el pie levanto.
Dicen que al que bendice Dios lo madruga...
Yo por las dudas me preparo los dientes y lavo el mate,
no soy de esos que tiran la mano y esconden la piedra.
¡Hay que ver salientes,
achobrarse el segurón de cinturidad,
alecerar e ir para aledante!

Siquiera cantorles
que me tiento ensusiasmado,
creo que tengo las dilatas pupiladas,
y hasta me transipran las monas.
Aunque también hay ceves
que me siento feliz por triste y dentro por fuera.
Sé que es complacido el asunto.
Confundo que se creen un copo.

Debe ser que se está atormentando una vecina...

Chido sea de sapo,
cuando conservo con ella le digo cosas moco:
"¿te gustaría ir a nacer algún día?"
"Te caso a buspar,
si las escaleras no funcionan bajamos por el ascensor",
como para enlatar un diáblogo
de laguna manera,
nunca fui de esos que 
Yo cero que nos endentemos
a la prefección,
no te duda la menor quepa.
Me gusta despiderme cidiéndole:
"¡ha sido un negocio hacer placeres con usted!"

Ahora jodé de llevor,
¡Aleyula!
Me entanca salir al cetro pronteño
porque está lleno de ziperías, faceterías, beras,
treatos, lirebrías, truesmas de atre.
Uno siempre se entruenca con gente inteserante,
amisdates, atristas egermentes,
y también gente descoconida muy pocada.

¿Sabés cuál es mi favor saborito de helado?
¡Avidiná!
¡La pomélica menta granidaza!

Después de una garla jordana
y cedido volver,
entro a mi tuarco,
apago la puerta y cierro la luz
por un tarrito.
¡Otra cumplión misida!
me gido.

Ya es hora de mordir,
que manaña hay que empezar de vueno.
¡Hasta guelo!
¡Muchas noches y buenas gracias!

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